martes, 29 de abril de 2014

No me considero amiga de la muerte pero tampoco le tengo un odio irascible.

Año a año, día a día los que no están se hacen presentes en todo, en todos nosotros, en todas las cosas. Tienen maneras de comunicarse, considero, con los que seguimos de este lado del espejo.
Dándole tiempo al tiempo es de la única manera en que puedo entender, e incluso muy puntualmente apreciar. Lo que se nos quita vuelve a nosotros, siempre, de las maneras más inesperadas.

La muerte siempre nos rodea, nos acecha y, por ende, pasamos tanto tiempo con ella como lo pasamos con la vida. Es un status-quo que es muy frágil ante cualquier cambio en su composición, y esto se trasluce en la realidad.

En mi vida, la muerte siempre estuvo ahí. Por cuentos de terceros, o por experiencias en primera persona. En nuestras vidas, la muerte siempre está. Curioso, ¿no?
¿Cuál será el objetivo detrás de tantos malabares? ¿Tanto azar? ¿O será lógico, planeado?

Lo que quiero creer es que todo pasa por algo. Que la gente que se fue haya cumplido con sus objetivos del lado de acá. Que del lado de allá no hay violencia, ni resentimiento, ni odio. Y aún así, la muerte me genera que la odie, que odie la muerte de la gente, que odie que la muerte se lleve a la gente de acá para allá.
Pero por algo será...



Entonces lo que queda es conservar los momentos, las ideas, recordar siempre y nunca olvidar. Mantener viva la memoria de las personas queridas y amadas por nosotros, y así vivir digna y eternamente en el conocimiento. Porque detrás del olvido sólo hay muerte, yo te recuerdo. Ayer, hoy y siempre. Yo los recuerdo, recuerdo los momentos, los años, las emociones. Porque por algo habrán sucedido, algo habrán querido significar. Algo habrán hecho.

Porque detrás del olvido sólo hay muerte.

jueves, 10 de abril de 2014

¿Y si mi corazón pudiese cantar?
¿Qué diría?

Ya no se ni que sentir,
No se que pensar,
¿Dejarlo ser?

La infinidad lo invade todo,
Como el oxígeno puro,
Me marea, me desordena,
Me está cambiando, quema.

Calma, la plenitud pacifica,
Rectifica-nos, rectifica-me,
A mi cuerpo, a mi alma,
Para demostrarme que soy.

No qué soy, que existo.
¿Qué existe? ¿Algo, nada?
¿Existís? Existís,
Porque me estas quemando,

Oxígeno
Estás sobrepoblando todo,
Y me amenazas con tus brazas,
¿Me entregaré?

Distancia
¿Que podría brindarte yo
Que ya no tengas en tus dominios?
Te doy mi paciencia.

Equilibrio
Dame tranquilidad,
Hacé que no me preocupe
Por lo que vaya a pasar.

Honestidad
Requiero, ¿está en stock?
No tolero más la incertidumbre,
Quiero saber.

Verdad
Te necesito pero no puedo quererte,
Es como querer atrapar el aire
Te escapas.

Huida
Quiero correr,
No volver atrás.
Dejame ser.

Tristeza
No quiero ver más tu cara,
Odiame, olvidame
Quiero ser feliz.

Momento
Nunca es el indicado.
Por eso voy a hacer de mi momento
Todos los momentos.


sábado, 5 de abril de 2014

¿Es que no queda nadie que crea en el amor?

Una mujer y un hombre


Una mujer y un hombre llevados por la vida,

una mujer y un hombre cara a cara
habitan en la noche, desbordan por sus manos,
se oyen subir libres en la sombra,
sus cabezas descansan en una bella infancia
que ellos crearon juntos, plena de sol, de la luz,
una mujer y un hombre atados por sus labios
llenan la noche lenta con toda su memoria, 
una mujer y un hombre más bellos en el otro
ocupan su lugar en la tierra.

Juan Gelman







Y acá estamos, ocupando nuestro lugar uno al lado del otro. Vamos y venimos por este mundo juntos, somos uno. ¿Nadie queda con quien disfrutar los detalles simples de la vida? ¿A nadie le importa nada? ¿Es que no queda nada que valga la pena ser vivido en compañía?







Tengo ganas de hacer nada. La lluvia cae e inexorablemente pienso en todo, y en como todo puede ser nada a la vez. Cuando pare de girar el mundo, voy a girar, gritar, bailar, nunca parar de soñar.

Voy a convertir la nada en el todo, sin perder tiempo, sin caer, sin parar. Y que eso sea suficiente. 
Dejar de estar atrapada en una metáfora y decirle basta a todo. A las malas actitudes, a los enojos; a toda esa nada, volverla un todo.
Abran los ojos, es la hora de ver.