martes, 12 de junio de 2012

Hay veces en que siento que todo es un sueño, que tu no estás aquí a mi lado.
La persona en quien confío, hablo de todo y cuento todo, casi todo.
Nunca levanto el séptimo velo, los demás se negocian.
No estás, pareciera, la confusión fantástica de misterio; incomprensible.
Ando vagando sin ti a mi lado, me hace falta tu compañía.
Es un sueño, ¿es un sueño?
Me interno en lo más profundo y una y otra vez me siento cada vez más y más en una realidad
que desearía que fuese un sueño. Perderte no quiero, extrañarte mucho menos.
La pérdida es algo que no está; en cambio, extrañar dicha pérdida es una enfermedad insanable, permanente. Viene y va, pero siempre está.
Tampoco es lo mismo olvidarte, resultaría en un pecado a mi memoria; por ello, atesoro mis más valiosos recuerdos, todos y cada uno de ellos. Del más pequeño al más relevante tienen todos ante mí la misma importancia porque te incluyen a ti.
Algún día despertaré y te encontraré una vez más a mi lado, pero por ahora sólo queda la rutina, la "vida" misma y sólo esto. Ni nada más, ni nada menos. Voy a valorar cada momento ya que, aunque no sepa que hay del otro lado de la esquina, sé que algo diferente me depara. Espero que mi camino se cruce con el tuyo una vez más y revirtamos esta historia.
La vida es un espejo, te sonríe si la miras sonriendo. Vamos a sonreír hasta despertar o hasta seguir soñando el sueño de vivir.