miércoles, 20 de marzo de 2013

Nunca me imaginé que algo así me pudiese suceder. De entre todas las personas, encariñarme con vos, que por fuera pareces tan reacio a todo, tan extranjero, desde lejos un solitario. Pero desde lejos no se ve la totalidad, no se ve la mejor parte del todo. No se ve eso que sos, que te hace ser vos, el que de cada día me encariño mas, solo con pensarte y soñarte.
Todo indicaba lo contrario, no pensaba en nada hace años a tu lado. Convivía, vivía, existía. Nada más, so pretexto para algo más. Simple, lentos, pacientes pero simples fueron los días compartidos, y cada día me convencía más de que mi hipótesis era cierta. Era sólo la superficie lo que aparentaba ser así de indiferente y aislado. Porque quisieras que fuese así, o no.
Fue toda una aventura, sé que para mi lo fue. Noche tras noche todo cambiaba una y otra vez. Reía y sonreía a la par de tu voz y tu risa y esbozaste una pequeña sonrisa, por de más auténtica, que le dio calor a mi corazón y color a mis mejillas. Simplemente eso era necesario para que yo fuese feliz. A pesar de tu inevitable y notable locura, que me causa gracia y, en cierto modo, orgullo, la música sonaba en mis oídos, la más bella música del universo, diciéndome, cantándome . Las mejores personas están locas ya que miran el mundo con otros ojos, claros y sinceros.
Tan poco hizo falta para quererte, yo creo que ya me lo creía de antes. Ya estaba ahí, únicamente hacía falta algo de tiempo para que reluciera ante mis ojos, aunque no en los tuyos. Tan turbados estaban, y siguen estando, y realmente no se si se van a despejar algún día, ni qué depende de eso. ¿El día que este segura? ¿Cuando sea capaz de saber con seguridad? Ante mis ojos sólo veo un enigma.
Real es poco decir. El cielo blanco y celeste, lo soleado de la mañana, recae sobre ti. Aquella sonrisa y alegría que premeditadamente atesoré en mi memoria a la vista de un futuro incierto y nada cierto sobre cómo darte a saber. Saber que sólo esto nos queda, un atardecer y nada más. El tiempo cae en picada y nada es como se ve.
Para algunos es prácticamente lo mismo, un nos vemos y a continuar como si nada pasara. ¿Por qué el bloqueo, la impotencia, el encierro, la imposibilidad? ¿Por qué todo parece ser azul? No hay colores, nada cambia, el tiempo se congela alrededor. ¿Qué puedo pretender si todo lo que hago es imaginar y soñar con algo que no sé si sucederá?
Mi mente trata de buscar una lógica, una razón a esto y no le está siendo fácil. Me guío por corazonadas, instinto, señales que no sé si lo son o si realmente están allí. Todo se pierde y desvanece cuando te veo. Comprendo un poco y digo que te quiero, que te amo, pero no entiendo cómo. Las aguas se calman y se colman, pero aclaran cuando estás cerca, aunque algo cambia. Al principio me resultaba imperceptible, casi un espejismo, pero ahora lo siento. Siendo que nadie puede engañar a los latidos del corazón.


Nunca Todo Fue Tan Real Para Mi